Los días nublados con calor, cuando está de nube, como decimos en Asturias, son los mejores para observar culebras. Siempre lo dijeron los aldeanos.
Hace dos días, la tarde estaba así, con cielo encapotado y un calor bochornoso, aunque el termómetro del coche marcaba 25 ºc, la sensación de calor era mayor y en los instantes en que salía el sol parecía que quemaba.
Encontré este macho de víbora descansando sobre un muro. Hacía poco que había cazado una presa y se le notaba el bulto en la parte media del cuerpo.
a pesar de ello, se mostró sorprendentemente ágil.
Esta otra víbora, estaba al lado del coche. Su aspecto era totalmente distinto: los colores apagados, cuerpo largo y cabeza bastante grande. Me lla mó la atención que estaba especialmente delgada,
ya que suelen tener el cuerpo más grueso.
O está pasando una mala racha de caza, o bien, es una hembra que acaba de parir.
Esto último no lo sé.