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jueves, 20 de diciembre de 2018

Paseo por la ría de La Villa

Me parece que va a ser un invierno animado, desde el punto de vista ornitológico. 
Por lo pronto los Ánades azulones ya se están emparejando. 






 También se ven bandos bastante numerosos de Cercetas comunes, y algún Cuchara europeo (estos todavía no se me pusieron a tiro de cámara)
 La Garza real me la encuentro casi todos los días
 También se ven Espátulas, ayer Bernardo (riadelavilla.blogspot.com) fotografió ocho. Este ejemplar joven lo vimos juntos la semana pasada estaba tan cerca de uno de los senderos del Cierrón que tuve que alejarme para que me entrase entera en la foto.    
 La sorpresas de esta semana fue la Grulla "Sophie" que durante un par de días descansó en una finca cercana al Cierrón. Nos avisaron Vicente Alonso (de Villaviciosa Hermosa) y Elena Herrero. La Grulla que venía anillada y con un transmisor en una pata tenía una herida en una de las mejillas y parecía que había perdido un ojo.  
 Por las anillas pudimos saber que fue anillada en Suecia y que antes de llegar a la Villa había sido vista en Alemania. A partir del miércoles no se la vio por la zona.  
 En la desembocadura de la ría, hay ahora un par de Colimbos grandes
 y un Serreta mediana, un macho, mucho más desconfiado

                                      

lunes, 10 de diciembre de 2018

Cortinarius clelandii, un seta de Oceania en la Villa



A la cada vez más numerosa lista de especies invasoras, (las que se desarrollan fuera de su área de distribución natural), de las plantas y animales, hay que sumar también a algunos hongos. Éstos posiblemente estén peor estudiados y no se conozcan bien sus efectos e interacciones con las especies autóctonas de nuestra comunidad. En todo caso, muchos de ellos han llegado para quedarse y éso, no sé si es bueno o malo, porque con lo que nos machacan con el tema de la Biodiversidad encontrar una especie nueva en una región, en principio lo primero que hace es aumentar la diversidad.


Éste es el caso del Cortinarius clelandii, una seta que en origen se describió en Oceania e Islas del Pacífico y que lleva el nombre de su descubridor Cleland que la encontró en 1928.



Como nota curiosa, la especie fue citada en Europa por primera vez en Seloriu, en diciembre de 2005 por Enrique Rubio que identificó esta especie en el eucaliptal de Rodiles. 

(RUBIO DOMÍNGUEZ, Enrique "Cortinarius clelandii A. H. Sm.". Asturnatura.com [en línea]. Num. 115, 17/02/07 [consultado el: 10/12/2018]. Disponible en . ISSN 1887-5068. Ver pdf)


El nombre de Cortinarius viene de la ligera cortina que parece una tela de araña amarillenta cubriendo las láminas del sombrero de las setas jóvenes. Se aprecia en la foto posterior en la seta que está tumbada. Cuando las setas se desarrollan desaparece este velo quedando a veces restos en forma de rayas en el pie. 

    


      La especie parece estar vinculada a los Eucaliptus y aunque estas setas las fotografiamos en el eucaliptal del Puntal no sería extraño que apareciesen en más lugares, dado lo extendido del cultivo de este árbol en la costa asturiana.  







viernes, 7 de diciembre de 2018

Paseo por la orilla del río Linares

Siguiendo el paseo por la orilla del río Linares. Con el suave otoño que estamos teniendo este año algunos árboles de la orilla del río aún mantienen la hoja, eso si, de distinto color. 
    
   
Los azulones en el estanque dorado


Todavía sobrevive algún Negrillo, Ulmus minor, en el borde del río. Tienen ahora un color amarillo precioso 

 
Recuerdo cuando toda la Alameda Vieya, en Amandi, tenía el camino bordeado de unos enormes negrillos. Creo que se cortaron hace más de treinta años.


La Falsa acacia o Robinia (Robinia pseudoacacia). También tiñe de amarillo al paisaje





Coprino antialcohólico. Siguen saliendo nuevas setas y otras van muriendo


El precioso Liquidámbar (Liquidambar styraciflua) en la Barquerina




Setas de formas curiosas, como la Ramaria
Ramaria formosa 


 Coprinus micaceus. 
Un coprino facilmente reconocible por el sombrero de color leonado y cubierto de escamas.  

miércoles, 5 de diciembre de 2018

La naturaleza al lado de casa

En La Villa tampoco nos hace falta ir muy lejos para encontrar paisajes con fauna y flora interesantes. Lo tenemos bien fácil y cerca. La siguiente serie de fotos están hechas en el parque de la Barquerina, a orillas del río Linares y en la finca de lo que antaño fue le jardín de la familia Cardín donde se conservan aún árboles centenarios.

 El Raitán (Petirrojo) siempre presente en el paseo. En el otoño e invierno su población se ve incrementada con la llegada de raitanes inmigrantes del oeste de Europa e Islas Británicas. Son frecuentes los cantos y disputas por el territorio. En la Barquerina hay sitio para todos    


 Corpinus. Hay varias especies del género Coprinus que salen estos días. Estas en concreto en la falda de un Haya, el que queda en pie de tres hermosos ejemplares que había antes en la finca  
 Helvella crispa. Una seta con una pinta singular. Puede comerse previa cocción, en crudo es venenosa. 
 La Garza real. Garzas y Garcetas comunes son habituales de la orilla del río. Esta parece que se especializó en la captura de Ratas cavadoras.


 Coprinus comatus. Un buen comestible de joven, hay que cogerlo y comerlo pronto por que si no, se convierten en tinta

 Lyophyllum decastes. Difícil de identificar. Esta seta crece en grupos muy compactos por las praderas de la Barquerina. Aunque es un buen comestible no conviene cogerla si no se está seguro de su identificación correcta       
 Coprinus atramentarius, Coprino antialcohólico, no se come. Si se consume junto con bebidas alcohólicas produce el efecto antabus : enrojecimiento de la cara, sudoración abundante, taquicardia, nauseas , vómitos,...  
   Sacavera, Salamandra común. Inofensiva. Frecuentes en noches de temperatura suave cuando llueve o hay niebla. No hacen nada. Esta en concreto no tenía las típicas rayas amarillas de la mayoría de las Sacaveras asturianas si no unas manchas de un precioso tono dorado.

Y hay mucho más, y todo muy cerca de casa. 

domingo, 23 de septiembre de 2018

Ruta de los molinos del río Merón

El río Merón se encuentra en el concejo de Villaviciosa, Asturias, en la parroquia de Argüeru.
A la ruta de los molinos se puede acceder por varios puntos, desde la carretera de Gijón- Villaviciosa  (N632),  en Cuatro Caminos cogeremos la carretera VV-4 en dirección a Argüeru y aproximadamente a 1km en el Puente Robléu que está en la parte media y baja de una recta en "V"; allí cogeremos la ruta para bajar por el río en dirección al mar.
En esta zona el acceso a la ruta puede pasar fácilmente desapercibido.


El otro acceso es desde la playa de Merón, siguiendo desde la misma carretera los indicadores que ponen camino de la playa

En el trayecto se pueden ver los sitios en los que se ubicaban quince molinos. La mayoría no existen o quedan solo restos o ruinas



La ruta, solo en un sentido lleva unas dos horas y media, o más si te paras a hacer fotos como yo



abajo en la desembocadura del río de Merón en la playa, encontramos excrementos de nutria. además de varias especies de libélulas y caballitos del diablo

Reina de los prados ( Filipendula ulmaria)



   






El paisaje sorprende ya que cuando llegamos a la playa solo se veían eucaliptos
Hiperico (Hipericum amdrosaemun) con sus bayas






Todo está lleno de matas de helechos
Destacan los raros Woodwardia radicans


y Helecho real (Osmunda regalis)




y algunas setas, a pesar de que aún no está muy avanzada la temporada y apenas llovió
 La Amanita phalloides, venenosa y mortal
  Qué bella


 Amanita rubescens



Trametes versicolor

 Caballitos del diablo (Calopteryx virgo)
 Menta de agua

Polyporus



 Rana bermeja (Rana temporaria)
 Suillus sp
 Amanita phalloides

 Cortinarius
 excremento de algún mustélido


Dulcamara (Solanum dulcamara)



Muy guapo, un sitio que merece la pena conocer