Solo la conocía de verla en las guías de mariposas. Y me llamaba mucho la atención.
El otro día, paseando a la orilla del río, la encontré posada en el tronco de un álamo.
Parecía un avispa gigante, pero en seguida recordé la imagen de la guía: Sesia apiformis.
Es un caso claro de mimetismo batesiano: una especie inofensiva imita los colores y la forma de un insecto venenoso.
El nombre está dedicado al naturalista inglés Henry W. Bates que fue el primero en describir este fenómeno en 1862, después de explorar la selva amazónica.